Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Japón dijo el martes que había confirmado otro caso de la enfermedad de las vacas locas, el noveno desde que el mal que afecta el cerebro fue descubierto en el país, en septiembre del 2001, y el segundo en menos de un mes. Funcionarios del ministerio de Salud dijeron que la enfermedad, formalmente conocida como encefalopatía espongiforme bovina (EEB) se encontró en un toro Holstein de veintiún meses, en la prefectura de Hiroshima, en el oeste de Japón.

A principios de octubre, las autoridades anunciaron el hallazgo de un caso atípico de EEB en un toro Holstein de veintitrés meses. Ese fue el primer caso reportado desde enero, el nuevo se trata de un animal nacido en enero del 2002 en la prefectura Hyogo, al oeste de Japón, y enviado a Hiroshima un mes después.

Funcionarios del ministerio dijeron que los órganos internos del toro Holstein, que fue sacrificado el 29 de octubre, serían incinerados. Las autoridades manifestaron que el noveno caso era parecido a los primeros siete. Fue el segundo en ser confirmado en Japón en un animal de menos de dos años, pues la enfermedad tiene un largo período de incubación, de dos a ocho años. Aunque la EEB fue descubierta antes en vacas de menos de dos años, muchos científicos creen que es poco probable que animales jóvenes y cortes de carnes sin hueso contengan proteínas anormales. Las primeras siete vacas en las que se confirmó la enfermedad en Japón tenían más de cinco años de edad.

Los expertos están intrigados sobre cómo ocurrió la infección, debido a que los últimos dos animales enfermos nacieron después que Japón prohibió el uso de alimentos con carne y hueso (MBM, por sus siglas en inglés), en octubre del 2001. Los especialistas consideran el tipo de alimentación como la ruta más probable para las infecciones que ocurrieron en Japón.

Japón impuso una prohibición sobre la importación, venta y uso de los MBM un mes después que confirmó su primer caso de enfermedad de las vacas locas, que fue el primero en Asia. Los investigadores han vinculado la enfermedad con la MBM hecha de huesos y partes de vacas infestadas.

A fines de septiembre, un panel de expertos del ministerio dijo en un informe que la fuente más probable de los brotes de EEB en Japón eran vacas importadas de Gran Bretaña en la década del ochenta o contaminadas con MBM de Italia.

El noveno caso se reportó después que el gobierno estadounidense anunciara el viernes un plan que relajaría una prohibición a las importaciones de ganado de Canadá, que fue implementado en mayo como protección contra la propagación de la enfermedad de las vacas locas.