Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los adolescentes con todos los factores de riesgo clásicos para desarrollar enfermedades cardiovasculares tienen mayores posibilidades de padecerlas cuando estén en sus treinta o cuarenta años, según dos estudios publicados este martes. Las pruebas confirman lo que muchos en la comunidad científica han sospechado desde hace tiempo: que el endurecimiento de las arterias (arteriosclerosis) visto en algunos jóvenes adultos puede ser parte de un proceso que comenzó en sus años de adolescencia.

Ambos estudios concluyeron que los individuos que tienen sobrepeso, tienen presión arterial alta y niveles altos de colesterol "malo" durante su adolescencia ya han desarrollado un endurecimiento de sus arterias cuando llegan a los treinta o cuarenta años.

En el informe más extenso, publicado el miércoles pasado en la revista de la Asociación Médica Americana, investigadores finlandeses de la Universidad de Turku evaluaron a 2 200 personas en su niñez y adolescencia (de tres a dieciocho años) y luego a los veintiuno. Usaron técnicas de ultrasonido en la arteria carótida para medir el engrosamiento de las arterias y evaluar la salud cardiovascular de éstas una vez llegaron a sus treinta, y hallaron una correlación significativa entre los niveles de colesterol "malo", presión alta, peso y hábito de fumar, y señales de arteriosclerosis temprana en jóvenes adultos.

"Nuestros hallazgos indican que los niños y adolescentes con varios factores de riesgo tienen mayores peligros de desarrollar arteriosclerosis en la adultez", expresaron los autores.

Otro estudio del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tulane arrojó conclusiones similares al del estudio finlandés, aunque los autores de esta investigación expresaron que el mejor indicador de enfermedades cardiovasculares tempranas es el nivel de colesterol. Niveles elevados de LDL-C (colesterol malo) en la niñez o adultez es el indicio "más consistente e independiente" de problemas en jóvenes adultos, expresaron los científicos. Los científicos estudiaron a 486 personas, que fueron evaluadas a partir de su niñez.

Las recomendaciones oficiales de Estados Unidos piden a las personas mayores de veinte años someterse a un examen sobre sus niveles de colesterol cada cinco años, pero este estudio sugirió extenderlas a la adolescencia, "entre los doce y veinte años", dijo Henry McGill, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas.

En Internet: http://jama.ama-assn.org/