Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La llegada de un niño al mundo puede ser uno de los momentos más felices en la vida de una madre, pero también puede convertirse en una traumática experiencia. Por esa razón, el Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP) recomienda suspender las técnicas que se han aplicado por décadas durante el parto en América Latina y el Caribe, y que podrían ser perjudiciales para la mujer y su bebé. Así, el rasurado y el enema, prácticas que supuestamente harían el parto más higiénico, junto con la episiotomía, deberían ser abandonadas al no contar con una razón científica para su aplicación, según el CLAP.

"Conductas que hemos usado en obstetricia han sido evaluadas de manera rigurosa y hemos visto que muchas que teníamos incorporadas que considerábamos eran buenas no tenían una base científica sólida y algunas hasta pueden ser perjudiciales", dijo el miércoles el ginecólogo argentino Josi Belizan.

El CLAP es un organismo con sede en Uruguay que depende de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y que se dedica a la investigación científica de los elementos que intervienen en el desarrollo fetal e infantil hasta el mes de vida. Según estudios de la institución, cada año se producen unos 11,5 millones de nacimientos en América Latina y entre a 85 y 90% de las madres primerizas se les practica la episiotomía. "Es un proceso que está costando más de lo que esperábamos. Hay una cierta resistencia a abandonar algo que se hacía, que se aprendió en la etapa de formación", comentó Belizan, director del CLAP.

El médico afirmó que desde más de una década atrás existen investigaciones sobre los efectos de estas técnicas durante el parto pero que en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe aún se practican.