Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un proyecto de salud denominado Esperanza se pone en práctica aquí para mejorar la calidad de vida de niños cubanos con afectaciones que disminuyen de forma permanente su capacidad funcional. Esta iniciativa, concebida y ejecutada por especialistas de los sistemas de salud y educación en la centro-oriental provincia de Camagüey, se dirige a ofrecer atención a niños que clasifican en los grupos de mayor riesgo, explicó a la prensa su coordinador, Luis Pérez. El programa incluye, agregó, un servicio de consultas que ya funciona en las nueve policlínicas de esta ciudad para evaluar el desarrollo del infante, lo que permite la intervención temprana, el diagnóstico precoz de los casos de riesgo o portadores de discapacidades y la reducción de sus consecuencias.

Otra novedad del proyecto es la escuela de padres, primera del país, cuyo objetivo es brindar información relacionada con la enfermedad que afecta a sus hijos, así como elementos del manejo apropiado de las manifestaciones clínicas, la cual está a cargo de expertos en salud y educación especial. A lo anterior se añade, destacó, una línea telefónica de ayuda para necesidades de urgencia, preocupaciones, consultas y otras orientaciones, que está a disposición permanente de las familias que cuentan con pacientes de ese tipo.

Pérez significó que Esperanza, nacido en Camagüey, tiene la finalidad de aunar voluntades y recursos a fin de aumentar la calidad de vida a los niños discapacitados y se suma a los numerosos programas que existen en Cuba para garantizar el desarrollo de sus potencialidades e integración social.