Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Una novedosa vacuna contra el veneno de serpientes destinada a proteger a animales y personas de lo que puede llegar a ser una muerte segura fue desarrollada por científicos de Brasil.

El principio de la "vacuna antiofídica" se obtuvo en la Fundación Ezequiel Dias, uno de los centros de su tipo más prestigiosos de Brasil, por un equipo coordinado por la profesora Thaís Viana de Freitas. Hasta ahora, la única defensa contra las serpientes venenosas es el suero antiofídico, obtenido de la sangre de caballos inmunizados e inyectado a los pacientes ya envenenados para evitarles la muerte o la pérdida de extremidades.

La oficial Fundación de Respaldo a la Investigación del Estado de Minas Gerais (FAPEMIG) que copatrocinó el estudio, cerró el plazo para el registro de empresas farmacéuticas interesadas en desarrollar, industrializar y comercializar la vacuna a partir del principio descubierto por el equipo de De Freitas. "El producto final es una preparación barata. Conseguimos que conejos y ratas produjeran anticuerpos que los inmunizan del veneno de cascabel", explicó de Freitas a EFE.

La cascabel (Crotalus durissus terrificus) es una de las serpientes potencialmente más letales de la región. De Freitas explicó que la vacuna puede ser adaptada para funcionar sobre venenos de otras clases de serpientes. "Existe una demanda muy grande para la vacuna veterinaria", dijo. Brasil pierde cada año un millón de cabezas de bovinos, equinos y caprinos a causa de ataques de serpientes venenosas, explicó. En año y medio la vacuna podría estar en el mercado, una vez completados los estudios de biotecnología y las pruebas por parte de la empresa que sea seleccionada.

"Algunos de los componentes de la vacuna sólo están permitidos para uso veterinario", aclaró la investigadora, para quien es sólo cuestión de tiempo el que el producto pueda usarse en humanos. Campesinos, investigadores, militares y excursionistas podrían ser los más beneficiados con este descubrimiento que puede mudar la atávica relación de terror entre el hombre y estos animales, según la especialista. La FAPEMIG abrió a partir de hoy un plazo de noventa días para la selección de la empresa que desarrollará comercialmente este descubrimiento ahora en escala de laboratorio, explicó a EFE Janaína Araújo, coordinadora del organismo.

"El potencial de esta vacuna es multifuncional, aplicable para venenos de otras serpientes y de otros animales como arañas y escorpiones", explicó. Viana de Freitas trabajó en el Centro de Control de Venenos y Antivenenos de la Organización Mundial de la Salud, en Liverpool (Reino Unido) en 1986, desde donde trajo a Brasil la tecnología de uso de liposomas para la producción de anticuerpos.

Los liposomas son partículas microscópicas de grasa, utilizadas en la farmacología moderna como "vehículos" para transportar dentro de su membrana productos biológicos y medicamentos enviados al interior del organismo. En este caso se utilizan como vectores de antígenos e inmunoestimulantes contra el veneno de serpientes. "Además de llevar los anticuerpos al organismo, la vacuna tiene poder coadyuvante para generar nuevos anticuerpos", explicó la investigadora. La terapia con sueros para tratar las mordeduras es muy costosa, por lo que en la mayoría de los casos no se usa en los animales ya envenenados, la mayoría de los cuales son sacrificados.