INTRODUCCIÓN
En diciembre de 2019, un brote de casos de una neumonía atípica grave se inició en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China. Los estudios epidemiológicos iniciales mostraron que la enfermedad se expandía rápidamente, con una letalidad global del 2 a 3 %.(1) El brote se extendió rápidamente en número de casos y en diferentes regiones de China durante los meses de enero y febrero de 2020. La enfermedad, ahora conocida como COVID-19 (del inglés, Coronavirus disease-2019), continuó propagándose a otros países asiáticos y luego a otros continentes.(1,2) La rápida expansión de la enfermedad hizo que la Organización Mundial de la Salud, el 30 de enero de 2020, la declararase una emergencia sanitaria de preocupación internacional, basándose en el impacto que el virus podría tener en países subdesarrollados con menos infraestructuras sanitarias y la reconociera como una pandemia el 11 de marzo,(2) exhortando a todos los países a tomar medidas y aunar esfuerzos de control en lo que parece ser la mayor emergencia en la salud pública mundial de los tiempos modernos.
Al tener como precedente que la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su primera asamblea en el año 1948, definió la salud como un estado de bienestar tanto físico como psíquico y social y no sólo como la ausencia de enfermedad,(3) y a la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud en Alma-Ata en 1978, la cual resaltó la importancia de la Atención Primaria de Salud (APS) como estrategia para alcanzar un mejor nivel de salud de los pueblos;(4) en las últimas décadas ha existido un reconocimiento en el ámbito internacional del potencial de la APS en la mejora de la salud de los individuos y de la comunidad.
En Cuba se concibe la salud como un componente principal de la calidad de vida y como un objetivo estratégico en el crecimiento y desarrollo de la sociedad, en donde el Estado asume la plena responsabilidad de la atención a la salud de toda la población.(3) Fidel Alejandro Castro Ruz, eterno Comandante de la República de Cuba, en su discurso por la celebración del 26 de julio en la provincia de Granma en el año 2006, se refiere a la pesquisa activa y la define como: " (…) el verdadero diagnóstico del estado de salud de una población y el más grande avance que pueda concebirse para elevar las perspectivas de vida del ser humano en la actualidad".(3)
La pesquisa como vía útil para la detección de enfermedades no es una medida nueva en Cuba; pues forma parte de las actividades rutinarias de los estudiantes de pregrado de las Ciencias Médicas y de muchos de sus profesionales. Cuba incorpora la aplicación del método de pesquisa activa de forma permanente y sistemática para la identificación y solución oportuna de los problemas de salud de la población, como responsabilidad del Estado.
Las autoridades cubanas definen la pesquisa activa, también llamada pesquisaje, como la “exploración clínica sistemática y periódica de la población” para detectar las enfermedades de forma precoz. Si bien esta estrategia lleva aplicándose durante años a determinados grupos de riesgo, ha sido la pandemia del coronavirus la que ha detonado su generalización.(5)
El Ministerio de Salud Pública enfocó gran parte de sus acciones al reordenamiento curricular de sus carreras, de tal forma que el proceso docente educativo no se detuviera con la suspensión de las actividades presenciales. De esta forma, se implementó la educación a distancia, y el desarrollo de la educación en el trabajo como forma organizativa de la enseñanza mediante la pesquisa activa.(6)
Los estudiantes de las Ciencias Médicas comenzaron a pesquisar en busca de síntomas respiratorios que se correspondieran con los causados por la COVID-19. De esta manera, dan salida a su vez a las actividades extracurriculares existentes en los planes de estudio, y contribuyen a su formación multilateral con la educación en el trabajo, forma principal de organización de la enseñanza de los estudiantes.(7) La presente investigación pretende caracterizar la actitud ante la pesquisa en estudiantes de las Ciencias Médicas de Cuba durante la COVID-19.
MÉTODOS
Se realizó un estudio multicéntrico, observacional, descriptivo y transversal en estudiantes de las ciencias médicas de Cuba durante julio de 2020. La población de estudio la constituyeron el total de estudiantes de las carreras de Medicina, Licenciatura en Enfermería, Estomatología y licenciaturas de Tecnologías de la Salud. La muestra se conformó con 200 estudiantes seleccionados mediante un muestreo tipo Snow boll o bola de nieve, donde cada encuestado comparte con sus conocidos el link de la encuesta y así sucesivamente.
Se les aplicó una encuesta confeccionada por los autores tomando como base otras existentes. Para la recolección de la información se empleó un formulario de Google (Google Forms), cuyo enlace fue compartido por los investigadores en sus redes sociales y redes sociales académicas como Facebook, Messenger, WhatsApp, Telegram, ResearchGate, Linkedln y Academia.edu. Se configuró para que todas las preguntas tuviesen que ser respondidas.
Los datos obtenidos fueron almacenados y procesados en una base de datos confeccionada al efecto mediante el paquete estadístico del SPSS en su versión 25 (Statistical Package for Social Sciences Versión 25) para Windows, lo que permitió aplicarles los cálculos estadísticos pertinentes a las variables. Se empleó estadística descriptiva para el procesamiento de la información, mediante el uso de frecuencias absolutas, relativas porcentuales, media y desviación estándar.
Se solicitó a cada estudiante su consentimiento para participar en la investigación, siendo esto primera pregunta y requisito indispensable para acceder a la encuesta. La investigación se realizó teniendo en cuenta los principios de la bioética y ética médica para la investigación científica en las Ciencias de la Salud: justicia, beneficencia, no maleficencia y autonomía.
RESULTADOS
Se encontró predominio de estudiantes del sexo femenino (66,5 %), así como de edades entre 18 y 20 años (56,5 %). El 92.5 % de los encuestados fueron estudiantes de Medicina; los años académicos de mayor respuesta fueron tercer año (25,5 %) y segundo año (25,0 %). El mayor porcentaje de participación lo encontramos en las UCM de Holguín y UCM de Pinar del Río, ambas con un 34,5 % seguidas de la UCM de Santiago de Cuba con un 16,0 %. (Tabla 1).
El 87,5 % de los estudiantes encuestados refirieron haberse incorporado a la realización de las pesquisas activas. En el 87,0 % de los casos los familiares no presentaron ninguna objeción a su incorporación a la realización de esta tarea. El 66,0 % de los estudiantes encuestados manifestaron que le encontraron utilidad a la pesquisa activa. (Tabla 2).
El 79,5 % de los estudiantes afirmaron que su incorporación a la realización de las pesquisas activas en tiempos de la pandemia COVID-19 tuvo una gran influencia positiva en su formación tanto profesional como humana. El 66,5 % de los estudiantes desarrollaron el proceso de estudio durante este periodo de pesquisa. El 68,5% de los estudiantes manifestaron sentir apoyo de las distintas instituciones de salud durante la etapa de la pesquisa. (Tabla 3).
DISCUSIÓN
La universidad cubana actual se distingue por su accionar transformador de la sociedad, mediante la integración de la docencia, la investigación y la asistencia. Estos procesos han tenido un ascenso vertiginoso en cuanto a calidad debido a la incorporación de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs).(8) La docencia médica se enfrenta a nuevos retos cada curso escolar, de esta forma se ha implementado un modelo de educación actualizado, con una alta carga investigativa.(8,9)
Al instante del comienzo de la pandemia de la COVID-19, la situación global cambió, diversas han sido las estrategias diseñadas por los distintos gobiernos para sobreponerse a la amenaza que azota al mundo en este instante.Vázquez-González y col.(10) plantean que el reordenamiento curricular implementado con la educación a distancia, y el desarrollo de la educación en el trabajo como forma organizativa de la enseñanza mediante la pesquisa activa para la culminación del curso escolar 2019-2020, mantiene y manifiesta las diferentes estrategias curriculares en las carreras de las ciencias médicas: habilidades comunicativas, investigativas, uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs), trabajo político ideológico, el dominio de otros idiomas y el uso de la Medicina Natural y Tradicional (MNT).
Guilarte-Rojas y Col.(11) resaltó el papel en esta contienda de los jóvenes estudiantes; recordando que el futuro está lleno de tareas, de luchas que requieren conciencia, temple, espíritu revolucionario y conocimientos. Cumpliendo con este precepto, cada mañana desde mediados del mes de marzo de 2020 en que se realizó el llamado a los estudiantes de las ciencias médicas a realizar la pesquisa de las afecciones respiratorias en medio de la pandemia de la COVID-19, hogares de todo el país, desde la occidental provincia de Pinar del Río hasta la más oriental provincia de Guantánamo y sin importar cuan intrincada sea su locación; han recibido la visita de los futuros galenos.
La pesquisa activa protagonizada por los estudiantes de las ciencias médicas es dinámica; permite implementar estrategias de prevención de enfermedades y promoción de salud. Al desarrollar las actividades de educación en el trabajo directamente en la atención primaria de salud, se relaciona al estudiante con problemas y situaciones de la práctica médica, lo que permite un pregrado más cerca al posgrado.(10)
Según por Proenza-Fernández y col(12) durante la pesquisa activa se consolidan conocimientos y se adquieren nuevos, principalmente en la anamnesis y relación médico-paciente-familia, eje principal del proceso salud-enfermedad. El conocimiento necesita de una actualización constante y de bases confiables, lo cual adquiere mayor importancia en el contexto actual, en el que se necesitan herramientas cognoscitivas para enfrentar a la COVID-19.
Vázquez-González y col.(10) en su artículo exponen que la comunicación constituye una habilidad básica en la práctica médica, favorecida durante las pesquisas. En este periodo el estudiante deberá establecer conversaciones con los pacientes, a través de los recursos comunicativos según las características y capacidades del encuestado. Con la puesta en práctica del interrogatorio se mejora la destreza en el desarrollo de la anamnesis, al ser estas habilidades necesarias para encaminar el diagnóstico de enfermedades. Mawad-Santos y col.13 en su estudio al evaluar la opinión de la población sobre las acciones de los estudiantes en el 97,8 % de las viviendas, se preguntó sobre la presencia de manifestaciones clínicas de IRA y/o SFI.En el 97,4 % se investigó la llegada al hogar de viajeros procedentes del exterior y otras provincias.En el 96,4 % se indagó la presencia de familiares aislados en los centros de ese tipo, y en el 94,9 % se explicó la importancia de las medidas de protección. Estos son resultados y son pruebas que los estudiantes han realizado un adecuado interrogatorio a las familias en busca de los signos y síntomas asociados a la enfermedad, o de elementos de riesgo para prevenirla y controlarla; lo que resalta la importancia de la pesquisa activa en la detección precoz de posibles casos positivos de determinadas enfermedades y grupos de riesgo ;lo cual concuerda con nuestro estudio donde en la mayoría de los casos los estudiantes le encontraron una gran utilidad a la realización de la pesquisa y expresan que la pesquisa ejerció una influencia en su formación profesional y humanística.
La familia como célula primaria de la cual proviene el individuo es la encargada de educarlo, tanto en el plano de aceptación y respeto de las normas sociales, como en los cimientos de una estabilidad emocional tanto individual como colectiva. La COVID-19 ha provocado un fuerte impacto emocional y una amplia repercusión social en quienes están expuestos y la padecen. Pérez Abreu y col.(14) exponen en su estudio alteraciones psicológicas en estudiantes de medicina durante la pesquisa activa de la COVID-19, que son muchas las cualidades psicodinámicas que influyen en relación con esta enfermedad ya sean afectivas, experiencias traumáticas, depresión, estados emocionales y otras variables estructurales. Los futuros galenos han dado el paso al frente para apoyar la lucha contra la COVID-19, desde la promoción de salud y la prevención directa en la población, los cuales mediante la pesquisa activa han contribuido al control de dicha enfermedad, pero no se ha tenido en cuenta el impacto psicológico que esta tarea puede haber provocado en ellos.
Solernou Mesa(15) en su estudio plantea que la familia está funcionando como uno de los pilares donde el estudiante se está apoyando, lo que corrobora las posibilidades de influencia de la familia sobre sus métodos de estudios y posteriormente mejorara su desempeño académico. Es entonces donde la familia como célula fundamental de la sociedad, ejerce su influencia en el caso de nuestro estudio al implementarse la modalidad a distancia y la educación en el trabajo a través de las pesquisas (en la actitud de los estudiantes de la salud a incorporarse a la realización de las mismas en la mayoría de los estudiantes encuestados.
La pesquisa activa se desarrolló con una previa capacitación ofrecida a los estudiantes, impartida por profesores especialistas de Medicina Interna, Medicina General Integral u otras especialidades afines a la enfermedad tratada, donde se les explicó las características clínico-epidemiológicas, complicaciones, tratamiento y las medidas de bioseguridad que tenían que tener en cuenta para la protección de su salud y la de toda la comunidad.
La mayoría de los encuestados en este estudio mostraron su disposición a la realización de esta tarea. Sin embargo, conociendo las características del virus SARS-CoV-2 y la rápida propagación de la enfermedad de la COVID-19, aquellos estudiantes que presentaban enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes mellitus, asma bronquial entre otras, que pudieran agravar la enfermedad en caso de contagio, se vieron limitados y no pudieron incorporarse a la pesquisa activa de forma directa. No obstante, fueron movilizados para la realización de otras tareas como el trabajo en los puestos de mando, en los centros de recogida y procesamiento de datos ubicados en los distintos policlínicos o universidades u otras actividades de utilidad para el sector de la salud en el enfrentamiento a la COVID-19.
En un estudio realizado en Ciego de Ávila (Comportamiento de los estudiantes de Ciencias Médicas ante la pesquisa activa durante la COVID-19), por Rodríguez García y col.(7) se determinó que independientemente que los estudiantes poseían los conocimientos para enfrentarse a la pesquisa activa de la COVID-19, estos mostraron cierta afectación en la esfera emocional a principios de la pandemia cuando se les informó la realización de la actividad, donde la totalidad del estudiantado sintió miedo de contagiarse, lo cual provocó ansiedad, estrés, angustia, rabia, tristeza y rechazo, observada no solo por la pesquisa, sino por la interrupción de los estudios y por la incertidumbre de la culminación del curso escolar, que fue desapareciendo en el avance de la pesquisa activa.
La concepción de los estudiantes sobre la necesidad de la pesquisa activa como estrategia preventiva, presenta un alto componente subjetivo a partir la capacidad de comprensión del contexto en que se desarrolla y los factores que la determinan. La idea de la pesquisa como estrategia de prevención necesaria e imprescindible puede estar determinada por una adecuada capacitación, un acompañamiento del personal profesional, así como la observación de cambios reales traducidos en la disminución de casos en el área tras su realización.(16)
La educación virtual posee sus propios paradigmas y herramientas, capaces de recrear los procesos de la modalidad presencial, enfocada en hechos, informaciones y realidades implementables en los entornos virtuales, para complementar la práctica presencial. Sin embargo, cuando es imposible la práctica presencial, deben seleccionarse las competencias a lograr.(17)
CONCLUSIONES
Se mostró una gran disposición por parte de los estudiantes de ciencias médicas a la realización de la pesquisa activa, encontrándoles utilidad en la tarea. La realización de la pesquisa activa en tiempos de COVID-19 influyó de manera positiva en la formación profesional y humana. Existió uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, con aprovechamiento de los recursos disponibles en la red INFOMED.
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.
Contribución de autoría
Conceptualización: Juan Arturo Berenguer Gournaluses
Curación de datos: Juan Arturo Berenguer Gournaluses,Mariza del Carmen Berenguer
Investigación∶ Margarita Montes de Oca Carmenaty, Adrián Alejandro Vitón Castillo
Metodología Elizabeth Medina Tablada, Maritza del Carmen Berenguer
Administración del proyecto∶ Elizabeth Medina Tablada, Juan Arturo Berenguer Gournaluses
Supervisión: Juan Arturo Berenguer Gournaluses
Redacción – borrador original: Margarita Montes de Oca Carmenaty, Adrián Alejandro Vitón Castillo
Redacción – revisión y edición: Juan Arturo Berenguer Gournaluses, Margarita Montes de Oca Carmenaty
Financiación
Los autores no recibieron financiación para el desarrollo del presente artículo.