INTRODUCCIÓN
Los resultados de la última encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), del 2012 evidenciaron que en el Ecuador más de la mitad de mujeres ha sufrido algún tipo de violencia, la más común es la de tipo psicológico que se ejerce sobre el 53, 9 % del total de los casos.(1)
Diversos estudios sobre violencia contra las mujeres, como el de Caballero, evidenciaron que la edad media fue de 33,7±82 años, de las cuales 46,9 % eran convivientes y el 38,5 % tenía instrucción primaria. El consumo de alcohol por parte de la pareja se asoció a violencia psicológica aumentando el riesgo de esta en el 66 %.(2)
Caiza sustenta que en cuanto a la ocupación se declararon amas de casa el 52 %,(3) refiere además que los factores de riesgo asociados a la violencia son edades jóvenes (20 a 49 años) con el 32 %, estar casadas o en unión libre con el 52 % y 16 % respectivamente; el 44 % con instrucción secundaria y el antecedente de violencia ejercida por los padres u otros miembros de la familia en un 10 % de las mujeres.(3) Además Vázquez señala que la importancia de la composición familiar está en que en estructuras familiares inestables como las conformadas por padres convivientes, parejas separadas, monoparentales o reconstituidas se desarrollan más difícilmente vínculos de solidaridad y compromiso entre los miembros de la pareja y los demás miembros de la familia.(4)
Peralta indica que la mayoría de mujeres pertenecen a la religión católica con un 96,43 % y el 3,57 % son testigos de Jehová.(5)
Gualpa señala que el 86 % de mujeres no conocía el concepto de violencia psicológica y los tipos de violencia psicológica existentes.(6) Refiere además que en relación al nivel de conocimientos sobre consecuencias de violencia psicológica el 71,4 % indicaron como principales consecuencias la depresión, desintegración familiar y muerte. Sustenta además que el 75 % de mujeres expresaron conocer que la violencia psicológica es un delito. El 17,8 % conoce las leyes existentes que amparan a la mujer que sufren violencia; 10,7 % de ellas manifestaron que no conocían nada sobre leyes existentes.(5)
Por todo lo anteriormente expresado y por no existir estudios de este tipo en Lacas San Vicente, se llevó a cabo el presente estudio cuyo objetivo fue determinar conocimientos sobre violencia psicológica y su relación con factores biosociales en mujeres adultas jóvenes.
MÉTODOS
Estudio descriptivo-correlacional transversal realizado en el barrio Lacas San Vicente, de Ecuador, de enero a junio de 2016. El universo de estudio fue 146 mujeres de 20 a 39 años pertenecientes al barrio Lacas San Vicente de Riobamba.
Se aplicó un cuestionario estructurado en dos partes: una parte inicial que recogía datos sobre variables sociodemográficas y otra que contemplaba un test de conocimientos.
Se midieron las siguientes variables: demográficas (edad, estado civil, escolaridad, ocupación), sociales (consumo de alcohol por la pareja, antecedentes de violencia, creencias religiosas, composición familiar), conocimiento sobre violencia, sus consecuencias, prevención y leyes.
Se empleó el estadígrafo Chi-Cuadrado para determinar la relación y diferencias significativas entre las variables de estudio, con un nivel de significación de 95 %( p = < 0,05)
Los datos obtenidos se incluyeron en la base de datos SPSS 17.
Los resultados se reflejan en tablas y gráficos mediante números absolutos y porcentaje.
RESULTADOS
Se evidenció que el 28,1 % de las mujeres se encontraba entre los 20 a 24 años al igual que las de 30 a 34 años; 49,3 % amas de casa y de escolaridad primaria. (Tabla 1).
El 68,3 % convive en unión estable; 71,2 % viven con su pareja que consume bebidas alcohólicas, 60,3 % de estas mujeres tuvieron antecedentes de violencia en el hogar; 99,3 % son católicas y 42, 5 % conforman una familia nuclear. (Tabla 2).
Respecto al conocimiento general en el 97,9 % (143 mujeres) es insatisfactorio; el 91,8 % (n=134) desconoce sus consecuencias; no conocen las leyes existentes y formas de prevención con el 98,6 % (n=144), en todas ellas predominó el conocimiento no satisfactorio. (Gráfico 1).
Se hizo evidente una relación estadísticamente significativa (p=0,04) entre el conocimiento no satisfactorio sobre consecuencias de la violencia psicológica y la ocupación ama de casa, las demás variables demográficas no revelaron relación significativa desde el punto de vista estadístico. (Tabla 3).
Con respecto al conocimiento sobre prevención de la violencia psicológica fue no satisfactorio en un 31 % en las mujeres de 20 a 24 años y de 30 a 34 años; 71 % eran solteras; el 54 % de escolaridad primaria y amas de casa. Se encontró correlación estadísticamente significativa (p=0,02) entre el conocimiento no satisfactorio sobre prevención de violencia psicológica y el nivel de instrucción primaria. (Tabla 4).
DISCUSIÓN
Al igual que otro estudio, se encontró que las variables biosociales en mujeres adultas jóvenes son similares a las encontradas en este estudio. Respecto a la edad al igual que los resultados obtenidos en el 2011 por el Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Informática de México, en el presente estudio se determinó que las mujeres que se encuentran más expuestas a la violencia de la pareja son las mujeres jóvenes de edades comprendida entre 30 a 34 años.(6)
En cuanto al estado civil la mayoría de mujeres tienen unión estable, esto se correlaciona con el estudio de Vázquez que indica que es mayor el riesgo de sufrir violencia psicológica en las mujeres casadas y en unión libre.(4) Según el nivel de instrucción, al igual que el estudio de Peralta, se encontró en el presente estudio que las mujeres con instrucción primaria y de ocupación ama de casa fueron las que con más frecuencia sufren violencia.(5)
Según la Encuesta Unión Europea la probabilidad de que una mujer sufra violencia psicológica en su relación aumenta en correspondencia al consumo excesivo de alcohol por parte de la pareja,(8) lo que concuerda con los resultados obtenidos en este estudio; respecto al antecedente de violencia en el hogar se encontró similitud entre este estudio y los resultados obtenidos por Caiza;(3) según la religión la mayoría de las participantes profesan el catolicismo y un mínimo porcentaje son testigos de Jehová.
La composición familiar predominante fue la nuclear. Vázquez señala que la importancia de considerar la estructura familiar con relación a la violencia está en que en estructuras familiares inestables como las conformadas por padres convivientes, parejas separadas, monoparentales o reconstituidas se desarrollan más difícilmente vínculos de solidaridad y compromiso entre los miembros de la pareja y los demás miembros de la familia.(4)
Con respecto al conocimiento general, consecuencias, leyes existentes y formas de prevención sobre violencia psicológica en adultas jóvenes predominó el no satisfactorio lo que concuerda con el estudio de Gualpa que indicó que un importante porcentaje de mujeres no conocían acerca de las dimensiones mencionadas.(5)
Como indica Caiza en su estudio,(3) más de la mitad de las mujeres estudiadas fueron amas de casa, al igual que Peralta señala que un alto porcentaje de las mujeres de su estudio se dedicaban a quehaceres domésticos,(5) lo que es similar a los resultados obtenidos en este estudio.
Vizcarra señala relación entre bajo nivel de instrucción y violencia lo que coincide con los resultados obtenidos en este estudio. Las mujeres con más alto nivel educacional tienen mayor conciencia de sus derechos, más acceso a recursos del medio y mayor posibilidad de enfrentar el mundo laboral, disminuyendo el nivel de desigualdad y dependencia frente a la pareja.(8)
Se puede concluir que la violencia contra la mujer adulta joven está asociada a diversos factores biosociales como edad, estado civil, nivel de instrucción, ocupación, consumo de alcohol por parte de la pareja, antecedentes de violencia en el hogar hacia la mujer, religión y composición familiar.
Las mujeres adultas jóvenes del estudio tienen un bajo y limitado conocimiento sobre violencia psicológica concebida como todas las acciones u omisiones que se cometen contra la mujer sin llegar al abuso físico pero siendo manifiesta en la esfera psicológica.
Este trabajo puede derivar estudios posteriores con el fin de determinar el comportamiento de la violencia en los diferentes grupos etáreos de la comunidad estudiada, y poder desarrollar estrategias de intervención dirigidas a prevenir y promover estilos de vida adecuados que propendan a una mejor calidad de vida en esta población.
Conflicto de interés:
Los autores declaran no tener conflicto de interés.
Contribución de autoría:
Los autores participaron en la búsqueda de información, concepción metodológica del trabajo y su redacción.
Financiación:
Escuela Superior Politécnica de Chimborazo. Ecuador.