La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado sus nuevas directrices diagnósticas y terapéuticas para tratar trastornos mentales frecuentes desde la atención primaria, unas pautas simplificadas que buscan facilitar su abordaje y así ampliar la atención de los trastornos mentales y por consumo de sustancias en este nivel de la sanidad. El documento se publica este jueves, en vísperas del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el próximo domingo, 10 de octubre. La Guía de Intervencion mhGAP (mhGAP-IG) para desórdenes mentales, neurológicos y de abuso de sustancias ha sido elaborada a través de una revisión sistemática de las evidencias clínicas sobre el manejo de estas enfermedades y amplía la competencia de enfermeras y médicos no especializados para su diagnóstico y tratamiento, el objetivo del Programa de Acción Mundial en Salud Mental (mhGAP) de la OMS. Así, constituye un manual práctico para que profesionales de la sanidad no especializados manejen patologías como la depresión, la psicosis, el trastorno bipolar, la epilepsia, los trastornos del comportamiento en niños y adolescentes, la demencia, la drogadicción y el suicidio o las conductas autodestructivas. A juicio del subdirector General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental, Ala Alwan, "para mejorar los servicios de salud mental no se necesitan tecnologías sofisticadas y caras". "Lo que se necesita -apunta este experto- es aumentar la capacidad del sistema de atención primaria de salud para prestar un paquete integrado de servicios asistenciales". Dificultades de atención en los países en desarrollo Estas nuevas directrices se aplica ya en Etiopía, Islas Salomón, Jordania, Nigeria, Panamá y Sierra Leona, a los que la OMS prestará su apoyo técnico en un programa en el que colaborarán también organismos de Naciones Unidas, institutos de investigación, universidades, fundaciones y ONG participantes en el Foro de mhGAP. Más del 75% de las personas con trastornos mentales, neurológicos y por abuso de sustancias -entre ellos cerca de 95 millones de pacientes con depresión y más de 25 millones con epilepsia- que viven en los países en desarrollo no reciben ningún tipo de tratamiento o atención. La OMS ha pedido a los gobiernos, los donantes y otras partes interesadas en la salud mental que aumenten con urgencia la financiación y los servicios de salud mental básicos para reducir las enormes deficiencias que se dan en estas zonas. En 2008, la OMS lanzó el Mental Health Gap Action Programme (mhGAP), destinado a buscar soluciones a la falta de atención, sobre todo en los países más pobres, de los pacientes con enfermedades mentales y relacionadas con el abuso de sustancias. El 14% de la carga global de enfermedad se atribuye a estos desórdenes y casi tres cuartas partes de esta carga se da en los países de bajos ingresos, recuerda la organización. |