Más de tres décadas de trabajo han resumido el impacto de la formación en las carreras de las ciencias médicas en el territorio cienfueguero. Cada época ha asumido retos importantes como parte de la educación superior en el mundo.

En este noble empeño, nos han acompañado más de 11 mil egresados y actualmente contamos con más de tres mil jóvenes en aulas, con un claustro de profesores de alto nivel y prestigio.

El período más difícil para la provincia (2006-2012) fue cuando se asumieron todos los modelos de formación de la carrera de medicina (casas de familia, Horquita, policlínico universitario y el modelo tradicional de la formación). Sin lugar a dudas, entre claustros, administrativos y los propios estudiantes, pudimos satisfacer la mayoría de las preocupaciones de ambas partes.

La organización de los procesos de la educación se ha venido perfeccionando en Cuba acercándolos a la calidad desde el ingreso, pero tenemos el compromiso, como parte de las transformaciones, lineamientos y objetivos de trabajo, de seguir asumiendo matrículas de frente al contexto actual.

A los  jóvenes no aptos para la FAR se les aplaza su servicio militar, de manera que puedan incorporarse directamente y no pierdan un año de carrera. De esta forma, ingresarán en septiembre más de 900 muchachos  a nuestras aulas, de acuerdo a la política de salud para la formación de carreras profesionales, técnicas y obreros calificados.

El ingreso a la carrera de medicina tendrá en este entonces un incremento de varones, a lo que se le suman las cifras comprometidas actuales para cubanos y extranjeros; se mantienen las cifras de formación de estomatólogos; no habrá formación de psicólogos de la salud por haberse completado las necesidades de esta en la provincia; nuevamente se abren  licenciaturas necesarias así como la formación técnica y profesional. Existe en el posgrado el cumplimiento de nuestros planes de formación basados en las necesidades de los servicios.

Somos la universidad que más posibilidades oferta al ingreso a la educación superior en Cienfuegos y donde no hemos dejado de asumir formaciones muy difíciles por problemas de infraestructura y recursos materiales y humanos, lo que ha representado un esfuerzo de nuestro claustro y los servicios de la salud pública.

El reto actual es tener claro que los  problemas de la educación superior son universales pero se ajustan a los contextos y los sistemas políticos y gubernamentales, es por ello que la pertinencia de nuestra formación seguirá contribuyendo a la salud de los cienfuegueros y otros pueblos del mundo.

Estamos seguros que en cada servicio existen las potencialidades para garantizar el desarrollo del proceso docente y cumplir con los objetivos declarados en nuestros programas, tanto en el pregrado como en el posgrado, asumir nuevas matrículas, fundamentalmente de jóvenes cienfuegueros en la formación técnica y licenciaturas, incrementar los estudiantes autofinanciados como política actual, junto a la responsabilidad de centrar los procesos en los problemas de la salud como responsabilidad también universitaria.

Tendremos la obligación de una revisión permanente de nuestros programas, modos de actuación y concreción de los sistemas de evaluación de la calidad a todos los niveles. Todo nuestro esfuerzo administrativo, técnico y profesional tiene que tener su esencia en la ciencia y la técnica, área que se reordena con nuevas políticas organizativas pero en la que necesitamos de la inteligencia colectiva para mostrar lo que hacemos y sus resultados.

Es así que estamos ubicados en el año 2014 con mucha satisfacción de lo que hemos hecho hasta hoy, pero con el profundo convencimiento de lo que nos falta en el quehacer de estudiantes y profesores.