Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La progresión del asma está siendo tan sostenida en los países desarrollados que es ya "la enfermedad más frecuente en la infancia", según apunta el Dr. Joaquín Lamela, jefe del Servicio de Neumología del Complejo Hospitalario de Orense y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).



Este especialista recuerda que en los más recientes estudios epidemiológicos realizados en España el porcentaje de niños y adolescentes afectados oscila entre el 10 y el 17%, con la particularidad de que la mayor incidencia se registra en las ciudades. Además, tiende ser más común en varones que en mujeres, aunque esta circunstancia se invierte en la edad adulta cuando las mujeres, quizá por razones hormonales, la padecen más que los varones.



La mayoría de las veces, apunta este especialista, comienza en las primeras etapas de la vida. "En casi el 50% de los casos, el pico de inicio se localiza por debajo de los 10 años de edad y en la mayor parte de los niños los síntomas suelen aparecer antes de cumplir los 2 años", precisó.



La incidencia del diagnóstico del asma se reduce de un modo sustancial durante la adolescencia para volver a ascender de nuevo al principio de la edad adulta (entre los 20 y los 39 años). Sólo en menos del 25% de los casos el diagnóstico se establece después de los 40 años.



En un 70-75% de los niños asmáticos la enfermedad adopta un carácter agudo e intermitente y la duración y gravedad de las crisis es variable y entre los accesos suelen permanecer sin síntomas. Con el comienzo de la edad adulta un número importante de asmáticos, apunta el Dr. Lamela, mejora espontáneamente o permanecen asintomáticos, aunque la sintomatología puede reaparecer con posterioridad.



Respecto a las causas de esta enfermedad, se apunta generalizadamente al cambio general en las formas de vida. Así, el especialista señala a los agentes presentes constantemente en el entorno que van desde el polvo o la insalubridad del aire, hasta las calefacciones o el aire acondicionado, así como a los cambios en la dieta o la falta de actividad física.



Aunque estos factores no dan respuesta completa que deje satisfechos a los médicos sobre las causas de la enfermedad, lo cierto es que se ha empezado a reconocer que "la proliferación se correlaciona con el aumento en los niveles de higiene y de salud entre la población, y particularmente entre los niños, quienes gracias a los avances en la medicina están hoy más protegidos contra las infecciones que en cualquier otro período de la historia", según el citado especialista.