Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los médicos están observando un nuevo fenómeno: el padecimiento de dos tipos diferentes de diabetes mellitus, que hace más difícil el diagnóstico y el tratamiento, especialmente en los niños. La combinación puede darse a cualquier edad y llega de distintas maneras: los niños que dependen de la insulina debido a que padecen la diabetes de tipo 1 aumentan de peso y luego tienen la diabetes de tipo 2, con la que sus cuerpos se vuelven resistentes a la insulina, por ejemplo.

O alguien con los síntomas clásicos de la diabetes de tipo 2 no responde a la terapia, y los exámenes revelan que también está desarrollando la forma de la enfermedad dependiente de la insulina. También hay personas que no pueden ser ubicadas claramente en ninguna de las dos categorías.

Los expertos dicen que es importante categorizar cuál es el tipo de enfermedad ya que se trata de dos formas diferentes que requieren tratamientos distintos. "Sin embargo, hay muchas personas en las que es muy difícil determinar qué tipo de diabetes mellitus tienen", sostiene la doctora Francine Kaufman, pediatra especializada en Endocrinología de la Universidad del Sur de California y anteriormente presidenta de la Asociación Estadounidense de la Diabetes.

Tampoco hay buenas estadísticas sobre esta compleja combinación de enfermedades. Pero el Hospital de Niños de Pittsburgh sostiene que cerca del 25% de los niños con diabetes de tipo 1 también presenta exceso de peso y tiene además la diabetes del tipo 2, dijo la doctora Dorothy Becker, pediatra endocrinóloga e investigadora de la diabetes mellitus.

Un estudio que se realiza para determinar el mejor tratamiento para niños con diabetes de tipo 2 está descubriendo a muchos participantes que tienen anticuerpos, que indica que también padecen o están desarrollando la diabetes de tipo uno, expresó Kaufman. Esos descubrimientos están en línea con otras investigaciones recientes que incrementan las preocupaciones sobre el fenómeno, al que algunos llaman diabetes atípica o diabetes 1 1/2, o incluso diabetes de tipo 3.

La diabetes mellitus tiene lugar cuando el cuerpo no puede convertir el azúcar de la sangre, o glucosa, en energía ya sea porque no produce suficiente insulina o porque no la emplea de manera correcta. Con la diabetes de tipo uno, el sistema inmunológico del paciente ataca las células que producen insulina en el páncreas. Aunque antes se pensaba que sólo afectaba a los niños, también puede desarrollarse en los adultos. Los síntomas generalmente aparecen de manera repentina y pueden amenazar la vida muy rápidamente. Los pacientes necesitan insulina para sobrevivir.

Con el tipo 2, el cuerpo pierde su capacidad de utilizar de manera apropiada la insulina, aunque el páncreas produce de más y generalmente los pacientes ingieren medicinas para incrementar aún más la producción. La diabetes de tipo 2 se desarrolla generalmente despacio. En un principio se creía que sólo atacaba a personas de mediana edad, pero ahora está afectando también a niños con exceso de peso.

Ambas formas pueden producir enfermedades cardíacas y de los riñones, ceguera y amputaciones, y causar la muerte si las personas no son tratadas de manera adecuada.