Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Juntendo en Tokio (Japón) han desarrollado una terapia específica que evita que las células T del sistema inmune afecten al órgano trasplantado. Las conclusiones del estudio, realizado en animales superiores de experimentación a los que se trasplantó un riñón, se publica en la edición digital de la revista Journal of Clinical Investigation.



Según los expertos, el trasplante de órganos está acompañado por una terapia de inmunosupresión no específica para prevenir el rechazo mediado por las células T. Estos inmunosupresores pueden provocar infección, hipertensión arterial, tumores y otros efectos secundarios indeseados. Por ello, se necesita una terapia de supresión específica de las células T que atacan el órgano trasplantado.

Los científicos saben que las células T que no responden ante la estimulación de los antígenos, o células T anérgicas, creadas en un ambiente artificial fuera del organismo vivo tienen una actividad que inhibe el sistema inmunológico 'in vitro'. Los científicos evaluaron si este sistema podría inducir una supervivencia indefinida en trasplantes de individuos no idénticos genéticamente 'in vivo' en seis monos rhesus.



Los autores estimularon células T de los animales que recibirían el trasplante con células del donante bajo condiciones asociadas con el desarrollo de células T anérgicas. Inyectar de nuevo estas células en los monos después del trasplante de riñón dio lugar a una supervivencia prolongada, 880 días, y tal vez indefinida del trasplante en animales con una amplia supervivencia sin la administración de agentes inmunosupresores adicionales.



El estudio muestra por primera vez que las células T anérgicas generadas 'ex vivo' suprimen el rechazo del trasplante renal no idéntico genéticamente en monos, una aproximación científica que podría ser utilizada en estudios sobre trasplantes en humanos.