Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los niveles de colesterol aumentan durante el otoño y el invierno y disminuyen en la primavera y el verano posiblemente porque el calor y el incremento de las actividades físicas en temporadas cálidas añaden volumen a la sangre, indica un informe en Estados Unidos.



El informe del Centro Médico de la Universidad de Massachusetts en Worcester se basó en un estudio de 517 hombres y mujeres saludables cuyos patrones dietéticos, de actividad física, exposición al sol, conducta general y concentraciones de colesterol se registraron trimestralmente durante un año.



El estudio halló que la concentración promedio de colesterol en los hombres fue de 222 miligramos (mg) por decilitro de sangre, mientras que para las mujeres fue de 213.



Si la cifra total de colesterol está entre 200 y 239 mg, se considera que ha llegado al límite, por lo que los médicos recomiendan cambios inmediatos en el estilo de vida para prevenir un ataque cardíaco, según el sitio de Internet del Instituto Nacional de Sangre, Pulmones y Corazón.



Una concentración superior a 240 mg se considera alta o "en zona de peligro".



Entre los hombres estudiados, las concentraciones de colesterol aumentaron como promedio unos 3,9 mg por decilitro de sangre y alcanzaron su punto máximo en diciembre, durante el invierno boreal. Para las mujeres, el aumento fue de 5,4 mg y el mayor incremento ocurrió en enero.



En general, los aumentos fueron mayores en quienes ya tenían concentraciones elevadas de colesterol. Casi un cuarto de los estudiados sobrepasó la marca de 240 mg en el invierno, según el estudio.



El informe, publicado en la revista Archives of Internal Medicine, señaló que el clima cálido del verano y el aumento de la actividad física en esta temporada contribuyen a la disminución de la concentración de colesterol.



Los autores dijeron que es posible que algunas personas puedan recibir un diagnóstico equivocado de colesterol alto si se analiza su sangre en invierno.



Sin embargo, el estudio sugiere que se hagan más investigaciones para comprender mejor el mecanismo mediante el cual la actividad física y el control de la temperatura pueda ayudar a prevenir patologías coronarias, otras enfermedades y la muerte.