Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los familiares de más de 2.000 personas a quienes se les extrajeron sus órganos, una vez fallecidas, sin el consentimiento de sus familias han denunciado a las autoridades sanitarias británicas ante los tribunales con el propósito, según su abogado, de que se les compense económicamente por lo sucedido.



El Ministerio de Sanidad ha reconocido que ha sido informado de esta acción legal y un portavoz ha señalado que la extracción de órganos sin el consentimiento de los familiares es una práctica que ya ha sido erradicada en la seguridad social británica y que esta prohibición sera reforzada con nuevas leyes.



El año pasado, los familiares de los niños que murieron en el hospital Alder Hey y a quienes se quitaron los órganos recibieron una compensación de 5.000 libras esterlinas cada uno (alrededor de 8.000 euros).



El diario 'Daily Express' publica que esta nueva acción legal la están llevando a cabo familiares de personas que fallecieron en distintos hospitales, no sólo en el Alder Hey, y que ya han rechazado una compensación de 1.000 libras esterlinas (unos 1.600 euros) por persona, por lo que si esta acción legal sigue adelante, la seguridad social podría verse obligada a pagar una cantidad millonaria.



Mervyn Fudge, el abogado que representa a 1.500 familias, aseguró que 2.150 familias están buscando compensación por el daño sufrido. "Por supuesto que ahora la única accion posible de los padres es ir a los tribunales. Quieren mostrar que lo que se hizo a sus seres queridos era algo ilegal", ha indicado.



Ruth Webster, madre de una niña a la que se quitaron algunos órganos en el hospital de Leeds, explicó: "Lo importante es que se nos trate de manera justa. No va a ser fácil para nosotros, será algo muy doloroso, es lo último que nosotros querríamos (...), pero a algunas familias en otras áreas se les ha ofrecido una cantidad sustancialmente superior a la que se nos da a nosotros y nos parece injusto que digan que unos niños valen más que otros".