Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las mujeres que padecen hipertensión arterial son más propensas a experimentar una disfunción sexual, consistente en responder negativamente en la fase de excitación, según un estudio realizado por investigadores argentinos. El diario La Nación se hace eco hoy en primera plana de los resultados de la investigación conducida por Amado Bechara, jefe del sector de disfunciones sexuales del hospital Durand de Buenos Aires, y publicada en la revista especializada International Journal of Impotence Research.

Antes sólo estaba demostrado que la hipertensión tenía efectos negativos sobre la sexualidad masculina, al producir disfunción eréctil, por lo que Bechara y un equipo del laboratorio de medicina experimental del hospital alemán de Buenos Aires se propusieron saber qué pasaba en el caso de las mujeres.

"Nuestros estudios sugieren que la hipertensión es un factor que condiciona negativamente la respuesta sexual femenina durante la llamada fase de excitación", dijo Bechara al diario.

Unos niveles elevados de presión arterial no sólo dañan la pared interior de los vasos sanguíneos del clítoris y de la vagina, sino que también interfieren en la liberación local de neurotransmisores que participan en la fase de excitación del acto sexual, "un paso clave en el camino hacia el orgasmo".

La manifestación objetiva del problema es la dificultad para obtener una lubricación adecuada que permita la penetración. Para verificar que esto era así, los investigadores encabezados por Bechara compararon los vasos sanguíneos del aparato genital de ratas hembras normales con el de otras genéticamente modificadas para sufrir hipertensión.

"Después de seis meses en los que controlamos que permanecieran estables otros factores de riesgo de disfunción sexual (colesterol y glucemia) estudiamos los vasos sanguíneos de ambos grupos", explicó el jefe del equipo. Las diferencias anatómicas saltaron a la vista. "Los vasos sanguíneos de las ratas hipertensas estaban mucho más engrosados, como ocurre en la aterosclerosis, y había más fibrosis", agregó.

Lesiones de la capa interna de los vasos sanguíneos como esas impiden la liberación de óxido nítrico y de otras sustancias necesarias para alcanzar una adecuada fase de excitación, concluyó.

La Nación recuerda que hay otros graves efectos de la hipertensión arterial en las mujeres. El riesgo de padecer enfermedades coronarias y las probabilidades de sufrir un accidente cardiovascular se multiplican por tres y por siete, respectivamente, en el caso de las mujeres con presión alta.