El biólogo peruano Edward Málaga-Trillo, quien descubrió que los peces también tienen el agente que puede producir la enfermedad de la vaca loca, advirtió este viernes que su hallazgo no debe causar alarma ni llevar a pensar que existe riesgo para los consumidores de pescado. "Pensar eso es una aseveración apresurada, innecesaria e infundada", dijo el investigador, quien hizo su descubrimiento en el 2003 al frente de un equipo internacional de científicos del departamento de Neurobiología del Desarrollo de la universidad de Konstanz, en el sur de Alemania. Esa investigación generó sorpresa en el mundo científico, donde hasta ahora se pensaba que el agente que eventualmente puede provocar la enfermedad de las vacas locas sólo lo tenían los humanos, bovinos y otros cuadrúpedos. El hallazgo radica en haber encontrado la proteína de prión -que en su fase degenerativa causa el mal de las vacas locas- en diversos peces como el pez globo japonés, el pez cebra, el salmón, la trucha y la anchoveta que abunda tanto en el Atlántico como en el Pacífico. Málaga-Trillo, de 34 años, explicó que todos los animales superiores poseen una forma normal de la proteína de prión, de función aún desconocida. "En algunos casos (humanos, bovinos, ovinos, etc.) esta forma normal degenera en una forma maligna, causando la enfermedad", precisó al subrayar que el resultado de su trabajo fue encontrar la forma normal de la proteína de prión, cuya existencia se había descartado, en peces. Ello no implica, anotó, que los peces sufran y/o contagien males como el de las vacas locas. "Es más, no existe evidencia científica al respecto", dijo. El valor de su aporte científico, añadió, radica más bien en que abre las puertas hacia una mejor comprensión del origen de la proteína de prión y las patologías que ellas producen en mamíferos, así como el desarrollo de eventuales aplicaciones terapéuticas. "No podemos descartar ni afirmar que la enfermedad se produzca; lo que existe (en los peces) es la molécula que puede desencadenar la enfermedad", ratificó al señalar que continuará con sus investigaciones que podrían aportar nuevas luces en los próximos tres o cuatro años. Málaga-Trillo hizo estos comentarios ante eventuales reacciones de alarma por la difusión de sus investigaciones y que podrían conducir a una retracción en el consumo de pescado y que podrían causar zozobra entre los industriales de la pesca y los gobiernos, que consideró injustificadas. El científico peruano, quien retornará a Alemania este fin de semana, ha sido invitado para que el 15 de enero dicte una conferencia sobre su descubrimiento en el instituto que posee en Suiza el premio Nobel de Medicina 2002, Kurt Wuethrich. |