Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un estudio de algunos de los más populares teléfonos móviles del mundo halló que emiten radiaciones muy por debajo de los límites acordados y en gran medida se corresponden con los datos proporcionados por los fabricantes, mostró el jueves un estudio del regulador finlandés de la industria.

El estudio de la autoridad finlandesa de seguridad nuclear y radiación (STUK) abarcó doce modelos de los principales fabricantes de celulares, entre ellos la firma finlandesa Nokia, la estadounidense Motorola y la surcoreana Samsung. La publicación se produce en un momento de gran auge de la demanda de teléfonos móviles, pero la preocupación también aumenta entre los consumidores y algunos miembros de la comunidad científica de que el uso de móviles puede desembocar en problemas que oscilan desde dolores de cabeza hasta tumores.

Nokia, el mayor fabricante del mundo, ha pronosticado unas ventas en el 2003 de 460 millones de teléfonos, mientras que algunos de sus rivales esperan incluso un número mayor. Prevé 1 600 millones de suscriptores móviles en el 2005. Todos los modelos analizados mostraban que la radiación que emitían, o la tasa de absorción específica (SAR, por sus siglas en inglés), estaba muy por debajo del nivel acordado en Europa de dos vatios por kilogramo.

Los teléfonos móviles son esencialmente pequeños radios que envían y reciben señales a través de las ondas. "Lo que es alentador es que nuestras pruebas y las de los fabricantes se corresponden en gran medida. Todos los niveles están por debajo de los dos vatios por kilogramo, y esto es muy importante", dijo Kari Jokela, un investigador de STUK, que fija y comprueba las normas de seguridad de radiaciones.

El estudio no investigó los posibles efectos dañinos de la radiación. Pese a las dudas de posibles efectos negativos en la salud por el uso de celulares, varios estudios realizados en los últimos años han resultado poco concluyentes. No existen pruebas científicas de que los teléfonos de segunda generación causen tumores cerebrales, mientras aún se está realizando un estudio a largo plazo de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer.

Un estudio holandés publicado en septiembre mostró que las señales de radio emitidas por las antenas de repetición de los teléfonos de tercera generación podían causar dolores de cabeza y náuseas. Estas antenas, que son altas torres de radio que conectan con los teléfonos sobre el terreno, también impulsaban las funciones cognitivas como la memoria y los tiempos de respuesta.

"Estos son resultados dispersos de algunos análisis que muestran los efectos sobre células y demás, pero aún no tenemos buenas pruebas que aporten una causa para la preocupación", dijo Jokela. Jokela dijo que el STUK pretende analizar otros 20 modelos de teléfonos este año y a finales del 2004 habrá probado alrededor de la mitad de los que se usan habitualmente en Finlandia, uno de los mercados de teléfonos móviles más maduros del mundo. El investigador dijo que el STUK podría estar analizando los celulares de tercera generación el año próximo.