Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un hombre de 35 años con síntomas de síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) ha sido ingresado en el Hospital Popular Número 8 de Cantón, según han informado fuentes hospitalarias, con lo que podría elevarse a tres el número de casos de neumonía atípica registrados este invierno en China.



El paciente presenta fiebre alta y otros síntomas similares a los de los enfermos de SRAS, y las primeras pruebas han dado positivo, por lo se ha ordenado el aislamiento del paciente, por ahora sólo un caso sospechoso.



Este tercer caso ha sido informado por el portavoz del Departamento de Salud de Cantón, Feng Shaomin, y hecho público por el Departamento de Salud del vecino territorio especial de Hong Kong, pero no ha sido confirmado por el Ministerio de Sanidad chino.



Mientras, los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) prosiguen en una zona residencial la búsqueda del origen del virus y analizaron las muestras tomadas al último caso confirmado, una camarera de 20 años.



La camarera trabajaba en un restaurante cantonés en el que se servía civeta, mamífero similar al tejón y uno de los animales que supuestamente transmiten el virus del SRAS.



Más de tres toneladas de estos animales han sido sacrificados, incinerados y enterrados en la ciudad de Cantón, donde el animal ha sido prácticamente exterminado, y las autoridades y vecinos han colocado 10.000 kilos de veneno contra ratas, moscas, mosquitos y cucarachas, otros animales sospechosos de transmitir el virus.



El primer caso de SRAS de este invierno, un periodista de 32 años, ya se ha recuperado y ha sido dado de alta esta semana.



Algunos medios de comunicación hongkoneses hablan de un cuarto caso de SRAS en Cantón, pero el portavoz de la OMS en Pekín, Bob Dietz, ha pedido calma ante los rumores y señala que "las informaciones de prensa proliferan, porque en ocasiones no están claras las definiciones" entre caso en observación, sospechoso y confirmado.



El SRAS o neumonía atípica, originado en Cantón en noviembre de 2002, afectó en ese invierno y en la primavera de 2003 a 8.470 personas de una treintena de países, especialmente en Asia y Norteamérica, causando la muerte de 814 enfermos.



China y la OMS han extremado las medidas para evitar que este año se repita el brote epidémico y el pánico vivido en el país durante el pasado año, aunque los responsables de la organización internacional prevén que la incidencia de la enfermedad no será tan fuerte en esta temporada.